sábado, 24 de enero de 2009

Lepra en Fortaleza

La Asociación Benéfica de Agustinos Recoletos de Fortaleza (ABARF) tiene como objetivo el recate de niñas y adolescentes víctimas de abuso o explotación sexual o con grave riesgo de padecerlo. Estamos atentos, por tanto, al sufrimiento de las menores de edad, pero no podemos pasar de largo ante algunas realidades que gritan pidiendo ayuda.

Es el caso de Carlos Alexandre. Tiene 34 años. Nació en el interior de Pernambuco, aunque la mayor parte de su vida la ha pasado en Fortaleza. Soltero y sin hijos (según él: “¡gracias a Dios!”). Su domicilio: la calle. Dice que ha trabajado como sirviente, pero que hace mucho tiempo de eso, y desde entonces nunca ha trabajado. ¿De qué vive? De coger “prestadas” algunas cosillas por aquí y por allá.
Carlos es el mayor de 5 hermanos. A todos ellos –incluida a la madre- les va el rollo ese de las “piedras” y los “cigarros”. Su madre, vive con otro hombre desde hace 8 años. Cuatro meses atrás recibió una casa del servicio social de vivienda del Ayuntamiento y 4 de sus hijos fueron a vivir con ella.
La ABARF frecuenta la barriada donde todos ellos viven por ser una de las más conflictivas y marginalizados de la zona. Hay cantidad de chiquillos y adolescentes, madres jóvenes… con los que hablamos, aconsejamos y ayudamos en caso de necesidad.
Justo después de Navidad nos percatamos del problema de Carlos. Lo encontramos tumbado en un banco de la calle, con el todo el cuerpo aparentemente quemado. Él no sabía explicarnos lo que le había pasado; tampoco su madre. Nos dijo que había ido ya al puesto de salud, pero que tras recetarle un antibiótico para la infección de la piel le habían despachado de allí. Entonces, había ido a casa de su madre para pedirle ayuda, pero en casa no sabían qué hacer con él. No podían llevarlo a ningún hospital porque no tiene registro de identidad, ni partida de nacimiento, ni identificación fiscal, ni carnet de votante, ni seguridad social… vamos, ¡nada de nada! A todos los efectos, ¡no existe para la sociedad!
Pero así no podía quedarse, así que decidimos pasar a la acción. Lo llevamos para un hospital de quemados y nada más llegar a la puerta un doctor que pasaba por allí le llamó la atención el aspecto de Carlos y nos dijo que eso no era de quemados y que fuéramos al Instituto Dra. Libania. Fuimos para allá. Se trata del centro de atención de problemas de la piel, especializado en hanseniasis (lepra) y tuberculosis.
Llegamos allá con miedo de no ser atendidos dada la situación legal de Carlos, pero tenemos que decir, para gloria de este Instituto, que desde el ordenanza que nos atendió en la portería hasta los doctores que le han pasado consulta, sin olvidarnos de las enfermeras, han sido todos ellos muy atentos y considerados.
El diagnóstico fue rápido y rotundo: haseniasis (lepra). En este momento Carlos está sufriendo una reacción alérgica del cuerpo a la enfermedad, seguramente producida por el consumo excesivo y reiterado del alcohol y drogas. El médico quiso confirmar con Carlos las causas y preguntó: “Amigo, usted usa drogas”; “Sólo de vez en cuando”. “Me diga la verdad”. “Es verdad doctor, drogas sólo de vez en cuando; aunque en cuanto a la cachaça (aguardiente de la caña de azúcar) tengo que reconocer que era el rey; bebí tanta que ya hasta me da asco”.
La situación de deterioro general de Carlos es tan grave que los médicos quieren internarlo en algún hospital de la ciudad, ya que el Instituto no dispone del servicio de hospitalización. Pero no es fácil en una ciudad como esta; todo se hace a base de favores y entras en un hospital sólo si tienes la suerte de toparte con un médico “como Dios manda” que se preocupa de encontrarte un sitio. Así que de momento, hemos vuelto con Carlos para su casa (¡menuda casa!) a la espera de una cama en algún hospital. Ha comenzado ya la medicación y haremos todo lo posible para contralar las tomas, que deberán durar un año. Además en estos próximos días seguiremos luchando e intentando que sea atendido en un hospital.
Hoy Carlos tiene la esperanza de curar sus heridas y mejorar su aspecto; de hecho está más animado y charlatán que el día que lo encontramos. La vida no es fácil –ni lo será- para gente como él, pero al menos intentamos ayudar a que sea “vida digna”.

Si te interesa saber más sobre esta enfermedad y cómo se ayuda a combatirla en la misión de Labrea (Amazonas) puedes pinchar en: http://www.agustinosrecoletos.org/reportajes/200611/200611_amazonas01.php

jueves, 15 de enero de 2009

“Por favor, monseñor, no se deje matar"













José Luis Azcona, agustino recoleto, obispo de Marajó (Brasil), está amenazado de muerte. Narcotraficantes, biopiratas y, sobre todo, los traficantes de personas para su explotación sexual en Europa han colocado a este obispo agustino recoleto en el punto de mira. Sus reiteradas denuncias le han convertido en un elemento incómodo para los intereses de aquellos que se enriquecen comerciando con la dignidad de los más desfavorecidos.

P.- Está usted amenazado de muerte, ¿por qué? ¿por quién?
R.- Amenazado por la mafia de la explotación sexual de menores y también del tráfico humano, especialmente para Europa. El año pasado, el 23 de diciembre, en la cadena O Globo apareció mi nombre junto con otros quince. En este grupo de 16 estamos tres obispos del Pará, de la Amazonia Oriental. Creo con fundamento que estoy siendo buscado por los narcotraficantes porque me opongo directamente y en cuanto tengo ocasión a esta invasión de la barbarie y de la destrucción de la personalidad humana, de la familia y de la sociedad. Y también por parte de algunos grupos de políticos que denuncio en los medios de comunicación por el descuido total y responsable de la vida humana y de los derechos fundamentales de la persona y de la dignidad del hombre. Estoy siendo buscado y tengo que tener cuidado.

P.- Parece que en lugar de asustarle, las amenazas le estimulan.
R.- Es interesante ver cómo predicar el evangelio desde esta condición de “marcado para morrer” uno puede hacerlo con más libertad, lo mismo delante de ministros que de abogados del Estado diciendo: “es necesario avanzar, es necesario poner en riesgo la vida”. Si no asumimos una posición decidida y no hacemos una opción por los valores éticos y por el evangelio, no vamos a hacer nada. Desde ahí uno se siente alegre y feliz de poder predicar el Evangelio de una manera sencilla, de una manera inculturada, de una manera realista. Y también de decir: “qué bueno, Señor, porque estando amenazado de muerte, muchos se confirman en la fe y están decididos a ir hasta el final también”.



P.- En su diócesis hay 300 kilómetros de costa amazónica por donde entra y sale todo tipo de mercancías.
R.- Exactamente, la configuración geográfica de nuestra misión es especialmente adecuada para propiciar y facilitar la presencia de grupos mafiosos, de narcotráfico y de los enemigos de la estabilidad social, comenzando por esos 300 kilómetros que forma el delta del Amazonas. Son 300 kilómetros que están desprotegidos, nunca se ve por allí un barco de la marina brasileña, ni grande ni pequeño. Por allí entran armas, entra y sale droga porque es la ruta más fácil para los que vienen de la Amazonia comenzando por Colombia, Ecuador, Perú… todo va por ese río. Además la proximidad con la Guayana Francesa facilita enormemente el tráfico humano así como la biopiratería. Es una región abandonada por completo, es un problema de seguridad nacional del Brasil.



P.- Para que haya venta, oferta, tiene que haber demanda, esa demanda de las mujeres traficadas ¿desde dónde se da?
R.- Esta demanda acontece allí mismo por medio de los jefes de las mafias y de las ramificaciones que tienen en el mismo Marajó. Allí mismo ofrecen a las muchachas posibilidad de salir con engaños –algunas no, algunas saben para qué van- y pensando que en Europa van a encontrar un modo de vivir fácil y también digno. La realidad es un camino sin retorno en el que acaba la dignidad humana y el futuro de familias enteras.



P.- España es uno de los países donde más mujeres traficadas llegan, muchas de ellas menores ¿ha notado el apoyo de la Iglesia española a la hora de denunciar este tráfico de personas?
R.- A mí me preocupa y me angustia enormemente este asunto. Creo que la Iglesia toda en el Brasil y también en España como principal país receptor –no todas se quedan aquí, muchas van para el resto de Europa- deberíamos hacer un trabajo en conjunto y una presión en los órganos oficiales para una mayor vigilancia y fiscalización de este mercado humano desastroso, vergonzoso, tan indigno de la humanidad y tan contrario al puro Evangelio.

P.- Para una potencia económica como Brasil que proyecta internacionalmente una imagen de desarrollo y turismo ¿qué supone la trata de personas?
R.- Con relación al turismo sexual organizado, la ministra Marta Suprisi cuando recibió este ministerio estaba pensando en organizar un grupo de represión a todo lo que se llama turismo sexual. Dio algunos pasos. Posteriormente nos consta que ella pasó por encima de todo escrúpulo de conciencia y dijo a sus allegados: “En vez de cohibir el turismo sexual sería bueno promoverlo porque eso son divisas para el Brasil procedentes de muchos lugares del mundo”. Vea cómo piensa esta ministra de Turismo.

P.- ¿Qué le dicen los católicos de Marajó al saber que está usted amenazado de muerte?
R.- El pueblo está orando mucho. La mayoría se extraña y se pregunta cómo es posible que amenacen al obispo. Se nota en la acogida, en los abrazos. Hace dos domingos en Melgaço, al despedirme, un padre de familia se me abrazó y se agarraba a mí diciendo: “por favor, monseñor, no se deje matar, no se deje matar”.

Para leer la entrevista completa accesar en www.agustinosrecoletos.com

martes, 13 de enero de 2009

“Hogar Santa Mónica”: un sueño compartido


El Hogar Santa Mónica, centro de atención y acogida para niñas y adolescentes víctimas de abuso y explotación sexual, es un sueño que se va materializando con el paso de los días. ¡Ya estamos más cerca de dar inicio a esta gran obra social y espiritual!
(foto portada: feria del postre de Chiclana en beneficio del Hogar Santa Mónica; derecha: jóvenes de las JAR-Getafe)

Muchos habéis soñado con nosotros en estos últimos años.
En todo momento nos hemos sentido acompañados y apoyados, por eso con estas líneas queremos testimoniar nuestro agradecimiento por haber creído en este proyecto, por haberlo apoyado con vuestro trabajo, por haber rezado y pedido al Dios de la Vida para que Su obra saliera adelante a pesar de los muchos contratiempos… Todavía nos gustaría ver crecer más la familia de los amigos/as del Hogar (Lar) Santa Mónica. Seguro que con el tiempo muchas de las niñas y adolescentes van cautivando el corazón de muchas personas que quieran contribuir a dar una oportunidad en la vida de estas niñas. (Foto: amigos del Hogar Santa Mónica en Getafe).
Hasta ahora las ayudas materiales han venido de manera de especial de Getafe, Arnedo, San Sebastián de Chiclana y Santa Rita de Madrid. Han sido ferias, rastrillos, venta de muñecas y artesanías de Brasil o simplemente colectas o donaciones… Muchas gracias a todos por vuestro esfuerzo y dedicación. (Fotos: Feria del postre y rastrillo de San Sebastián de Chiclana)
También en Fortaleza hemos encontrado buenos apoyos: el Condominio Espiritual Uirapurú (CEU) fue desde el principio un estímulo para nuestro proyecto. Nuestros logros son los logros de las otras 19 instituciones y también los problemas y angustias son compartidos en espíritu de fraternidad. El CEU nos ha ayudado a soñar, no solamente con la materialización de nuestro proyecto, sino con una mundo diferente, donde todos trabajamos unidos para mejorar la vida de los más pobres.
Un numeroso grupo de voluntarios formado por jóvenes del Área pastoral, de la fraternidad seglar agustino recoleta (SAR), seminaristas y religiosos agustinos recoletos… y hasta alguna voluntaria -como Pepita de Getafe- que ya ha experimentado el cariño que transmiten lo abrazos de los niños cuando se sienten queridos. ¡Ojalá dentro de poco podamos tener a alguno/a más de vosotros por estas tierras! Comprobaréis cómo se aprende más que se enseña y se siente con más claridad que, a pesar de nuestras limitaciones, somos instrumentos del amor de Dios para sus hijos predilectos: los pobres (Foto: Inés, Alberto y hermana Lucilia -dorotea- presidenta del CEU).
Os animamos a difundir nuestra tarea y a ayudarnos con vuestro trabajo, oración e interés. Para los que estamos en la vanguardia de la misión es muy alentador saber que hay hermanos/as detrás de nosotros apoyándonos.

Gracias a todos, los de allá y los de acá.

(Fotos: Grupo de voluntarios del "Sopao" de los niños y Grupo de visitas: SAR y Seminaristas OAR)

sábado, 10 de enero de 2009

Del motel... al Cielo

Ya publicamos en este blog algunas pinceladas sobre la vida de Geralda, “madre luchadora”. Hoy queremos hablaros del “milagro” de su hija Jaqueline. (en la foto: Jaqueline -a la derecha- en el momento de su ingreso en la Hacienda Esperanza - CEU)
Jaqueline tiene ahora 22 años y es la hija mayor de Geralda. Desde los 15 años comenzó a consumir crack y a frecuentar los “moteles” como medio de pagarse el vicio de la droga. Ella dice que han sido “los siete años oscuros de su vida”: abusos sexuales, palizas, exploración sexual, hambre, enfermedades…
La conocimos hace dos años, cuando nos interesamos por la situación de sus hermanitos más pequeños (Jade, Tiago y Pedro). Entonces ella estaba embarazada; dio a luz su hijo, pero seguía consumiendo droga y “trabajando” en el motel. Según cuenta, la situación dentro del motel es tan deprimente y deshumanizadora que la droga se convierte en el motivo y también en el instrumento: motivo porque gastan todo lo que ganan en conseguir la droga, e instrumento porque sin la droga ningún ser humano sería capaz de sopotar las bajezas y humillaciones que ellas sufren en el motel. (en la foto: Geralda, Jaqueline y los dos hermanitos más pequeños).

En esta situación, Jaqueline desapareció durante un tiempo… Su hijo quedó desamparado y una vecina lo llevó al SOS (acogida de niños abandonados) y de allí pasó para el albergue de adopciones, esperando alguna familia que lo adoptara.
Un buen día, Jaqueline nos buscó; estaba nuevamente embarazada y quería que la ayudáramos a salir del mundo de la prostitución y de las drogas… y quería dar a luz a su nuevo hijo en paz y en un ambiente sano y seguro. Lo primero era ayudarla en el plano de la salud y concertamos unas visitas a la consulta de nuestro buen amigo el sacerdote camiliano P. Adolfo (doctor especialista en ginecología). Pero Jaqueline no apareció el día de las consultas. Nuestra educadora social fue de motel en motel preguntando por ella, pero nadie sabía nada de ella. Nos dimos por vencidos. Al mes apareció de nuevo reclamando nuestra ayuda. ¡Ahora sí que no podíamos esperar! Inmediatamente la llevamos a la “Hacienda Esperanza”, una entidad del CEU (Condominio Espiritual Uirapurú) que ayuda a mujeres a liberarse de la droga. (en la foto: Jaqueline con tres de sus hermanos)
A los dos días de estar en la Hacienda Esperanza, Jaqueline comenzó a sangrar. Parecía un aborto espontáneo. La ecografía constató que el bebé llevaba muerto un mes en su seno. Pasó 4 días en el hospital recuperándose. Había perdido a su pequeño, pero Dios había querido salvar su vida, que de no haber salido del motel, con toda seguridad, habría perdido.

La vida en la Hacienda Esperanza en estos 6 meses no ha sido fácil para Jaqueline. Ha tenido que luchar contra la droga, contra muchos años de “hacer lo que le da la gana”… ha tenido que llenar muchos vacíos humanos y espirituales… La convivencia con las otras internas no ha sido sencilla, pero gracias a Dios, hoy habla de las moradoras de la Hacienda como de “mi familia”. La directora de la casa me decía hace poco que “tal vez Jaqueline no había hecho grandes progresos pero que la voluntad por mejorar y por salir adelante era tanta que se sentían muy satisfechas de ella”. (en las fotos: arriba, foto de familia de la Hacienda Esperanza del CEU y abajo, Jaqueline con su hijo, su madre y su hermana)

Hoy Jaqueline es una persona nueva…. Todavía falta mucho para liberarse totalmente de sus antiguas cadenas, pero es consciente de que Dios fijó sus ojos en ella. Se sabe privilegiada por haber recibido una oportunidad… ¡y la está aprovechando! En la Hacienda a aprendido muchas cosas que le serán de gran utilidad cuando tenga que enfrentar el mundo de aquí a unos meses.
Algunos os preguntaréis… ¿y el primer hijo de ella; el que fue a parar en el albergue de adopción? ¿qué fue de él?Esa es una historia emocionante que os contaremos otro día.

domingo, 4 de enero de 2009

Informe del Lar Santa Mónica de cara al próximo Capítulo Provincial












El Provincial de la Provincia de San Nicolás (Agustinos Recoletos) informa a la Provincia a cerca del nacimiento, desarrollos y perpectivas del Hogar Santa Mónica de Fortaleza (Brasil).

El “Lar Santa Mônica” (Hogar Santa Mónica), Fortaleza
En el trienio anterior la comunidad de Fortaleza había presentado varios proyectos de ayuda a instituciones locales que trabajan directamente con los menores de la Barra do Ceará, el paupérrimo barrio donde se encuentra el Seminário Santo Agostinho.
A raíz de esos pequeños proyectos, la Comisión de Misiones presentó al Consejo Provincial un Proyecto de atención integral a menores y adolescentes prostituidas en la Barra do Ceará.
El Consejo valoró positivamente el proyecto, que se realizaba junto con una institución religiosa local, Asociación Renacer a la Esperanza. Para definir mejor este proyecto, se mantuvieron diversas y largas reuniones con todos los implicados.
Paralelamente, se contempló la posibilidad de adquirir terrenos en el área. Por una parte se veía necesario disponer de un terreno para el proyecto, por otra buscar otras propiedades como inversión económica atendiendo a las Constituciones y con el deseo de disminuir la dependencia económica de la Delegación de Brasil. El ecónomo provincial visitó Fortaleza, informó al Consejo, y se decidió adquirir un segundo terreno.
Las conversaciones y la definición paulatina del proyecto con la Asociación Renacer a la Esperanza fue creando diversos interrogantes. Por ello, antes de pensar en un acuerdo firme y para contar con suficiente información, el Consejo envía al secretario de la Provincia, entonces también miembro de la Comisión de misiones, para que redacte un informe completo y negocie los puntos del acuerdo.
El acuerdo, finalmente, no se firmó por ninguna de las dos Instituciones. Inicialmente la Asociación mostró su resistencia a ciertas cláusulas, referentes sobre todo a propiedades y cogestión de los programas sociales; el Consejo también concluyó que la situación jurídica, económica y de organización interna de esta Asociación podría ser, en el futuro, un grave problema para el desarrollo y gestión del Proyecto. Pero sí se llegó a la convicción de que era necesario concretar la opción por los pobres en Fortaleza, con la implicación de los religiosos, y se decide que este deseo se lleve al Capítulo.
Las razones para ello eran variadas: el estado real de la zona donde se ubica el postulantado, uno de los focos de explotación sexual de menores en Fortaleza, al que la Provincia no podía dar la espalda; la búsqueda de un complemento a la formación de los postulantes; tener un campo de trabajo muy propicio para entrar en comunión con voluntarios, miembros de la sociedad civil y diversas instituciones en Fortaleza.
El Capítulo refrendó el proyecto de Fortaleza incluyéndolo en la Ordenación. Por ello, el Consejo refuerza la comunidad con un religioso que asuma la pastoral del área y coordine el trabajo y estudio del proyecto social.
En la primera visita a Lábrea informé a los religiosos y escuché sus aportaciones. El coordinador mantuvo continuamente informado al delegado de Brasil y al Consejo Provincial tanto de sus actuaciones como de las reuniones de la comunidad de Fortaleza al respecto.
Después de un estudio pormenorizado envía sus conclusiones y propone la integración de la Provincia en el Condomínio Espiritual Uirapurú (CEU), una entidad de ayuda social constituida por congregaciones religiosas y asociaciones católicas en unos terrenos especialmente dispuestos para ello. Por otro lado, esto permitiría seguir trabajando en red con todos los centros existentes en la Barra do Ceará, añadiendo una alternativa de trabajo que hasta ese momento no existía sin convertirse en un centro más “en competencia” con otros.
El Consejo entiende las numerosas ventajas de la propuesta y decide que se continúe en esa línea. Así, el CEU ofrece un terreno sobre el que edificar, cuenta con servicios compartidos con las otras instituciones, tiene suficiente experiencia de trabajo y garantías jurídicas, cuenta con una larga tradición de espiritualidad de comunión intraeclesial, y nuestra oferta responde a una carencia pues hasta ahora no ofrecía la atención específica a las niñas y adolescentes en riesgo de explotación sexual comercial.
Los encargados del proyecto elaboran sus Estatutos, dan al Centro un respaldo legal creando la “Associação Beneficente dos Agostinia - nos Recoletos de Fortaleza” (ABARF) y diseñan los pormenores del “Lar Santa Mônica”, tanto en sus aspectos materiales (planos) como en los programas pedagógicos y de atención humana y espiritual.
Por su parte, la Provincia entra en contacto con la madre general y la Provincia de Santa Rita de las Misioneras Agustinas Recoletas, buscando su colaboración en el proyecto. Con ellas hay una larga experiencia de trabajo conjunto en Lábrea y Manaus, y era imprescindible tanto la presencia femenina en el Centro como encontrar una institución sobradamente afianzada que colaborase con nosotros. Se elabora un borrador de acuerdo con las MAR a la espera de concretar fechas y condiciones.
Tanto en su caso como en el nuestro, nos encontramos con la escasez de personal, que exigiría dar prioridad al proyecto; y en ambos casos lo vemos como un proyecto capaz de relanzar (reestructuración) la vida consagrada en todos sus aspectos.
Para la promoción del proyecto y para la consecución de fondos colabora la Comisión de Misiones y Desarrollo Social. También se han publicado informaciones y materiales para nuestros ministerios y a todos los posibles donantes particulares. En este campo, el hecho de que no sea un proyecto ya en marcha, sino en preparación, ha impedido darle mayor publicidad.
Un factor fundamental para que “Lar Santa Mônica” sea asumido por la Provincia es el modo como nos impliquemos los religiosos y las comunidades.
A nuestro modo de ver, y también del Capítulo, este proyecto ha de ser considerado prioritario frente a otras actividades o responsabilidades.
La distribución de personal tendrá que hacerse teniendo muy en cuenta que en Fortaleza exista una comunidad suficiente que atienda sin agobios tanto a la formación como al proyecto. Tendrá que ser personal con aptitudes y preparación, con lo cual otros ministerios tendrán que sacrificarse en personal cualificado o más apto.
Exigirá también que religiosos que hubieran querido llevar una vida más tranquila asuman con generosidad responsabilidades. Estamos convencidos de que todos esos sacrificios redundarán en un enriquecimiento y una revitalización, sobre todo si son asumidos con el espíritu que cabe esperar de nuestra consagración religiosa.