martes, 3 de febrero de 2009

Agustín y Camilo, juntos en Fortaleza


Hoy queremos hablaros de nuestras hermanas Camilianas. A tan sólo 500m de nuestro seminario “Santo Agostinho” se encuentra la casa de la Asociación Camiliana María Madre de la Vida. Esta congregación religiosa, perteneciente a la familia camiliana, surgió hace pocos años de la mano de P. Adolfo, un camiliano italiano (Verona) que ha pasado casi toda su vida en Brasil ejerciendo de manera conjunta sus dos “profesiones”: sacerdote y ginecólogo.

Fotos: Fiesta de final de curso: camilianas, Adolfo, Alberto, Pepita, Santiago

La congregación está compuesta por unas 20 hermanas –entre profesas y formandas- distribuidas entre las dos casas de Fortaleza y otra en Quixadá (interior del Estado), y cuyo carisma es la atención a la mujer, principalmente jóvenes y adolescenes embarazadas.

En la Barra do Ceará dirigen un Centro de Convivencias que atiende unas 400 jóvenes y adolescentes por curso. En el Centro desarrollan cursos profesionalizantes (costura, artesanado, culinaria, informática, lenguas, peluquería y manicura, música, danza… ). Algunos de estos cursos tienen convenios con importantes empresas que al término del mismo contratan a las mejores del grupo.

Fotos: Copus y Pedro Luis visitaron el Centro el pasado mes de enero
En el Centro de Convivencias las jóvenes se sienten acogidas y estimuladas a crecer humana y espiritualmente. También ofrece un importante apoyo a su salud como mujeres; un equipo de ginecólogos y dentistas pasan visita dos veces por semana, completando la atención, en los casos necesarios, en alguno de los consultorios u hospitales camilianos de la ciudad. Recientemente el Centro de la Barra será ampliado con un laboratorio de análisis clínicos que estará a disposición de todo el barrio.
Resumiendo, podemos decir que el Centro de Convivencias María Madre de la Vida es un proyecto de calidad, bien pensado, estructurado, con dimensión de futuro. Las jóvenes se sienten como en casa y al mismo tiempo la exigencia personal y comunitaria las ayuda a crecer y desarrollarse, abriéndoles posibilidades para el futuro.
Muchos de los que conocéis el proyecto Lar (Hogar) Santa Mónica entenderéis ahora por qué descartamos la posibilidad de crear un centro de profesionalización en la Barra do Ceará: ¡ya existía uno… y muy bueno!
El P. Adolfo no se cansa de decir que “Agustín y Camilo caminan juntos en Fortaleza” y nosotros nos sentimos contentos de haber estrechado lazos de amistad y fraternidad con esta familia. En adelante seguiremos colaborando y aprendiendo juntos; no nos cabe la menor duda.
Fotos: Alberto, Adolfo, Pepita e Inés junto con dos jóvenes "de programa" en la playa turística de Fortaleza

1 comentario:

amig@s dijo...

Tuve la suerte de conocer a algunos hermanos de Camilo en Madrid, y estoy convencido de que Agustín y Camilo saben caminar juntos, y es más, estoy muy contento de que así sea.
Una de esas felices casualidades, que no son casualidad, hizo que un italiano y un español se cruzaran en el camino, nada menos que en Brasil. Y de ahí están saliendo cosas muy bonitas, ¡y las que quedarán!


Por cierto, acabo de ver la sección de materiales que has puesto en la página, ¡buen trabajo!

_Héctor_