Es una autentica gozada poder escribirte
contándote nuestras “hazañas”, y es que hemos tenido un final de junio y
principio de julio entrañable y movidito.
La acogida, como siempre, llena de calor y
cariño. Y, como siempre decimos, abriéndosenos puertas. Ya tenemos para el
próximo año un bajo en la misma plaza del
pueblo. Ellos mismos nos animaron a que allí nos iban a ver mucho más. No deja
de sorprendernos la generosidad y cariño de la gente.
Y como siempre agradecidas por esos buenos
dinerillos que sacamos y que tú sabes tan bien administrar.
Él mismo acondicionó la Parroquia, hizo los
carteles y los colocó por todas las tiendas del pueblo. Además de los escritos en la hoja parroquial, y por supuesto estuvo en el mercadillo con nosotras todo el
tiempo que sus tareas le permitieron. La verdad es que me recordó mucho a nuestro
párroco, Tomás, que según él mismo afirma se le cae la baba mirándonos.
Nada, que ya nos han dicho que nos esperan con
los brazos abiertos para el próximo año, así que mi querido Alberto, esto hace
tiempo que dejó de ser un esfuerzo para solo ser un auténtico disfrute. Bueno, creo que las fotos lo demuestran.
Ahora a disfrutar del verano, pero ilusionadas
preparando el viaje para ir a Fortaleza y sin dejar de pensar en lo próximo: nuestro gran
evento con la bodega Ontañon en octubre. Seguro que será otra gran historia
para contar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario