viernes, 23 de marzo de 2012

EL CEU DESPIDE A DON JOSE LUIS, OBISPO AUXILIAR DE FORTALEZA


Santiago, Adolfo (camiliano), Alberto, Don José Luis,
José Luis, Pedro e Jesús
En estos días los medios de comunicación brasileños se hacen eco del baile de mitras que está haciendo nuestro papa Benedicto en Brasil, y concretamente en el nordeste: el auxiliar de Fortaleza va para Pesqueira, el de Crateux para Teresina, un nuevo auxiliar viene a Fortaleza desde Pernambuco… Y las noticias vienen ilustradas con los títulos, estudios, labores pastorales… de cada prelado. Tenemos buenos pastores y bien preparados.
            
Algo nos toca de este torbellino. Algo que como siempre es simple y vivo. Don José Luis Ferreira está haciendo las maletas y despidiéndose de Fortaleza. Y marcó el día 22 de marzo para despedirse del CEU (nuestro Condominio Espiritual Uraupurú). El evento era una misa a las siete de la mañana, en la hermosa capilla de las hermanas Doroteas, habitual lugar de celebración del CEU.
            
Allí estuvo la comunidad toda de los recoletos representando nuestro Lar Santa Mónica. Allí estuvo el Lar todo, niñas y trabajadores. Y don José Luis, con la sencillez que le caracteriza, nos habló de la Palabra del día y de la Cuaresma. Y nos contó alguna anécdota familiar. Y saludó a todos personalmente. Y agradeció. Y escuchó las emotivas palabras de la hermana Lucilia (Dorotea) de agradecimiento y despedida. Y nos hicimos fotos.

Después de la misa un desayuno fraterno, abundante de todo, de risas, de alimentos, de expresiones de afecto, con un canto de las mujeres de la “Hacienda Esperanza” (toxico-dependientes en recuperación)… Y una conversación en la mesa interesante y profunda dentro de la informalidad. Una conversación sobre el Condominio (CEU) y su matiz espiritual. Esa espiritualidad compartida en la diversidad, con esa manifestación pentecostal en la variedad de los crismas de cada obra social.

Don José Luis era responsable de las pastorales sociales, y en su responsabilidad procuraba estar cerca de cada una y alentar a todas ellas. Hemos tenido la suerte de compartir momentos inolvidables con él, como aquella misa en el Lar el día de la Sagrada Familia, la Navidad pasada, o cuando vino a visitar al P. José Luis Igea en su enfermedad, o la despedida de hoy…

 Tenemos la suerte de trabajar en un lugar donde la gracia de Dios discurre a raudales. Vamos a compartir y así nos enriquecemos más todos. Y así nuestras niñas se sentirán más Iglesia, nuestra comunidad se sentirá más Iglesia y nuestra Provincia y nuestra Orden se sentirán más Iglesia. Es el mensaje que con una sonrisa abierta y sincera nos deja don José Luis. 





Missa de la Sagrada Familia en el LSM, año 2009




              

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