martes, 24 de abril de 2012

NIÑAS DEL HOGAR SANTA MONICA RECIBEN EL BAUTISMO


+ (matéria em português no final)

Como en todo el mundo cristiano, la Pascua llegó al Lar Santa Mónica la noche del 7 al 8 de abril. La llama del cirio inundó de luz el hogar y el corazón de sus moradores, y las aguas bendecidas para renovar el bautismos fueron recibidas con la esperanza de apagar la sed de Dios en los corazones tiernos de las niñas y adolescentes. 
Y así fue. Todos esos sentimientos se hicieron voz: 11 niñas del Lar pidieron formalmente el bautismo. Fueron ellas mismas, sin presiones ni condiciones. Con la libertad de hijas de Dios pedían formar parte de su familia para gozar de esa Luz y beber de esa Agua.
Entre las tareas formativas, las niñas reciben formación cristiana. Varias de ellas son de familias evangélicas o de alguna secta. En alguna otra familia el tema religioso ni importa. Aunque podía esperarse, no dejó de sorprender la petición de grupo tan joven y variopinto. Y su deseo fue atendido: se intensificó la formación con dedicación ejemplar de las madres sociales y educadores del Lar.
Y se dieron los pasos para cubrir todas las burocracias: documentos, iglesia, vestidos, información a las familias, padrinos… No podía tardar mucho y la emoción crecía en todos: en las niñas catecúmenas, bebiendo formación y soñando intimidades con Dios Padre; y en todos los miembros del Lar, en las otras compañeras que presumían de experiencia de Jesús, en los educadores y trabajadores que revivían tiempos pasados, y en la familia agustiniana viendo florecer la parte de la viña que el Señor nos confió con nuevos hijos que nacerían del Agua y del Espíritu.
Mención aparte merecen los padrinos. Gente muy próxima a nosotros, comprometida con la Iglesia, personas de fe viva, preparada y generosa a la hora de asumir el compromiso. Personas sencillas que sintonizan con todo lo nuestro y así lo han demostrado una vez más. No son cristianos sólo de nombre, sino de vida, vida que quieren compartir con sus afiliadas sabiendo que eso les hace crecer también a ellos, y quieren crecer en gracia ante Dios y ante los hombres con estas niñas que ni padrino tenían.
Como todo llega, llegó el día 22 de abril, tercer domingo de Pascua. A las ocho de la mañana comenzó a reunirse la gente en la puerta del seminario San Agustín, pues los bautizos serían en la capilla de San Sebastián, colindante con nuestra casa. Y llegaron las niñas, todas vestidas de blanco. Se ultimaron los preparativos, se dieron los últimos y definitivos ensayos y casi a las ocho y media comenzó la celebración presidida por el P. Alberto Moreno, director del Lar, y concelebrada por Pedro María Izura. Estuvieron presentes los otros miembros de la comunidad, los seminaristas, algunos de la fraternidad, todo el personal del Lar, amigos y algunos fieles.
El pequeño coro entonó el canto de entrada tras la monición. Las lecturas y salmo fueron realizados por los seminaristas. Cada rito era explicado por Alberto que en la homilía desgranó la historia de este día y examinó a las pequeñas. Nervios, risas y todo transcurriendo con agilidad comandado por el equipo de bautismo de la comunidad de San Sebastián. Foto general oficial al final, agradecimientos y emociones. Las neófitas no podían ocultar su alegría ni los padrinos su satisfacción.
Después en el espacio de la comunidad se entregaron los recuerdos y pequeños regalos y el pastel del desayuno fue grande y generoso. Bien adentrada la mañana cada cual fue volviendo a su casa. Y las niñas volvieron al Lar para comer. Llegó la hora de vivir la vida nueva que se comprometieron ante Dios. Comienza la tarea de educadores y padrinos de acompañar ese crecimiento.
Y al apagar el Cirio Pascual de la capilla, la certeza de que esa Luz se está propagando en las vidas de quienes encendieron su vela en él. Es una realidad cumplida porque Jesús resucitó.

NOTICIA EM PORTUGÊS:



MENINAS DO LAR SANTA MÔNICA
RECEBEM O BATISMO

Como em todo o mundo cristão, a Páscoa chegou ao Lar Santa Mônica e na noite de 7 para 8 de Abril, a chama do Círio Pascal inundou de  luz o Lar    e os  corações de seus habitantes, e as águas abençoadas para renovar os batismos foram recebidas com a esperança de saciar a sede de Deus nos corações ternos de crianças e adolescentes. 
E assim aconteceu. Todos esses sentimentos se uniram nos pedidos de 11 meninas solicitando formalmente o batismo. Foram elas mesmas, sem pressão ou condições, com a liberdade de filhas de Deus , que pediram para fazer parte de Sua família para desfrutar dessa luz e beber dessa água.

Entre as tarefas do cotidiano, as meninas recebem formação cristã. Várias delas são de famílias evangélicas ou de qualquer seita. Em algumas  famílias o tema religioso não importa. Embora se poderia esperar, foi surpreendente o pedidos de um grupo tão jovem e diversificado. O desejo foi atendido. A formação com dedicação exemplar das mães sociais e dos educadores do Lar foi intensificada.

Foram tomadas  todas as  medidas para cobrir as burocracias: documentos, igreja, roupas, informações às famílias, padrinhos ... Não poderia demorar muito e a emoção cresceu em todos: nas meninas catecúmenas, bebendo formação e sonhando com intimidades com o Deus Pai;  em todos os membros do Lar; nas outras companheiras que já tinham uma experiência com Jesus; nos educadores e trabalhadores que reviveram o passado; e da família agostiniana,  vendo a parte da vinha que o Senhor nos confiou com novos filhos que nasceriam da Água e do Espírito.
Os padrinhos merecem uma menção especial. Pessoas muito perto de nós, comprometidas com a Igreja, povo de fé viva, pronta e generosa para assumir os compromissos. Pessoas simples que sintonizam conosco e mais uma vez demonstraram isso. Não são  cristãos apenas no nome, mas de vida, a vida que querem compartilhar com suas afilhadas, sabendo que também eles crescerão, e querem crescer na graça diante de Deus e dos homens com essas meninas que não tinham padrinhos.
Como tudo chega, chegou o dia em 22 de abril, III Domingo da Páscoa. Às oito horas as pessoas começaram a se reunir na frente do Seminário Santo Agostinho, pois  os batismos seriam na capela de São Sebastião, ao lado da nossa casa. E vieram as meninas, todas vestidas de branco. Os preparativos foram concluídos, elas fizeram o último ensaio e quase às oito e meia começou a celebração presidida pelo Fr. Alberto Moreno, diretor do Lar, e concelebrada por Pedro Maria Izura. Estiveram presentes membros da comunidade, seminaristas, alguns da Fraternidade, funcionários do Lar, e alguns amigos fiéis.
O pequeno coro cantava a música de abertura após o comentário inicial da santa Missa. As leituras e salmos foram feitas por seminaristas. Cada rito foi explicado por Fr. Alberto, que em sua homilia contou a história desse dia e testou as meninas. Nervosismos,  risos, e tudo passando com agilidade, comandado pela equipe da Pastoral de Batismo da Comunidade de São Sebastião.   Foto oficial no final, agradecimentos e emoções. As meninas não conseguiam esconder a alegria e nem os padrinhos a satisfação.

Em seguida, no salão de festas da Comunidade, alguns presentes foram entregues e um grande bolo para o café da manhã foram distribuídos.Depois da comemoração, todos foram voltando para suas casas. As meninas voltaram para o Lar para almoçar. Chegou o tempo para viver a nova vida de compromisso com Deus. Começa a tarefa dos educadores e dos padrinhos para acompanhar  esse crescimento.

E ao apagar o Círio Pascal na capela, a certeza de que a Luz de Cristo está se espalhando na vida de quem acendeu sua vela nele. É um fato consumado, porque Jesus ressuscitou.





































































3 comentarios:

art dijo...

Fueron ellas mismas, sin presiones ni condiciones. Con la libertad de hijas de Dios pedían formar parte de su familia para gozar de esa Luz y beber de esa Agua.

art on canvas dijo...

Deus e dos homens com essas meninas que não tinham padrinhos.

Jack dijo...

What a brilliant post, some great photo's as well!