viernes, 2 de junio de 2017

MANOLO Y ROSI: DOS VOLUNTARIOS EN FORTALEZA – 7

Sábado 27 de mayo
Comienza la última de las semanas que vamos a pasar en el Lar, pues el próximo sábado 3 de junio volvemos para España.
Hoy es el día esperado por todas las niñas, es el día del cine solidario, que frei Alberto quiere organizar una vez al mes. Los objetivos son varios, unos internos, como es que las niñas que han tenido un buen comportamiento tengan una recompensa,  otros externos, como la promoción e información a nivel local del proyecto del Lar, haciendo una amplia promoción a nivel de colegios y colaboradores, y por supuesto un objetivo de financiación, ya que el 50 % del valor de las entradas es para financiar el Lar.
A las nueve de la mañana vino el microbús a buscar a las niñas y a los que las íbamos a acompañar, la hermana Lane, y nosotros dos. El recorrido hasta el centro comercial que aquí llama shopping centers, fue sin problemas, pero, como no, nos crecieron los enanos, el centro comercial se llama “Rio Mar”, pero en Fortaleza hay dos, y nos fuimos al equivocado. Después de hablar por teléfono con frei Alberto, partimos rápidamente al otro centro comercial, que está en el otro lado de la ciudad. Afortunadamente los sábados el tráfico es un poco más fluido, y llegamos al sitio correcto a las 11:10, unos 20minutos después de comenzar la película, aunque eso no importaba, lo importante es que ya estábamos allí y que las niñas y nosotros disfrutábamos de la Coca-Cola y las palomitas incluidas con la entrada.
El cine es muy moderno, y a nuestro parecer más cómodo que los que conocemos en España, pues el espacio entre filas permite el paso sin que nadie se tenga que levantar de su butaca para que pase alguien. El resultado de la promoción es según la opinión de frei Alberto bastante bueno, ya que se vendieron más de 250 butacas.
La vuelta se hace parando en todos los escaparates y espejos del centro comercial, pero por fin a las dos de la tarde estamos de vuelta en el Lar para comer.
La tarde promete ser divertida, pues un grupo de voluntarios va a preparar la celebración mensual de los parabens, de los cumpleaños, que cada mes se celebran en un solo día para todos los que han cumplido en el mes, este mes le toca a Lucelio, el asistente social, a la hermana Siluete, y a tres de las niñas. El evento es excepcional, pues la fiesta la organiza una voluntaria que tiene una empresa de eventos, y no falta la animación musical en directo, una atracción con una cama elástica, en la que hacen cola todas las pequeñas, y hay hasta un puesto en el que se hace rico algodón de azúcar, además se prepara una mesa con las tartas y chuches y se organizan las mesas para degustar todo lo preparado.
Se cantan las traiciónales cancines de cumpleaños, y a continuación se degustan los canapés,  pasteles y “refrigerantes” que han traído los voluntarios, lo que hace que después casi ninguna niña vaya a cenar.
Frei Alberto, cuando se retira para su casa en el seminario de la Barra de Ceará, recoge una cachorra de pastor belga que les han regalado, y que esta mañana ha traído un hombre, que al hablar con él, nos contaba muy emocionado que se identificaba totalmente con el Lar y con las niñas, pues el mismo en su juventud paso por un albergue para desintoxicarse de la adicción a las drogas.
Termina el día como todos los sábados un poco más tarde de lo habitual, sobre las diez de la noche.
Domingo 28 de mayo
A las siete de la mañana, después del desayuno, llega la hermana Eudes, y se hace cargo de su servicio de madre social, y nosotros terminamos este nuevo periodo de sustitución.
Hoy hay una reunión de los representantes de los equipos que van a participar en la 7ª Gincana de Amizade, “Gincana de amistad” que se viene desarrollando desde hace seis años, con el objetivo de dar a conocer el Lar a las personas del entorno y conseguir un clima de amistad, cooperación y solidaridad.
La sorpresa de hoy es conocer a la señora Francisca, que fue la primera persona que trabajo en el proyecto del artesanato, y realizo los primeros muñequitos de trapo que empezamos a ofrecer en nuestros mercadillos hace casi nueve años. Al presentarnos, ella se sintió muy alegre, y nos agradeció que con nuestro trabajo en España, ella, ya jubilada, y otras mujeres del entorno de la Barra de Ceará, pudieran salir a delante y conseguir un trabajo que les ha ayudado a sobrevivir. También estaba un grupo de hombres con los que estuvimos preparando la cesta básica en el seminario hacia ya unos cuantos días, y también nos saludaron con gran afectividad.
Como en años anteriores el grupo de Encuentro Matrimonial también participara este año, y sus representantes, Gilberto e Isabel como sabían que estábamos aquí, enseguida nos buscaron y saludaron, pues son buenos amigos de Luciano y Vania. Nos invitaron a que después de comer pasáramos por su casa con Luciano y Vania, que mas tarde vendrían a buscarnos.
En la reunión a la que nos invitaron se trato de la planificación y preparación de la Gincana, y se pidió opinión e ideas a todos los asistentes. Nos pidieron que aunque fuera virtualmente participáramos en esta edición de la Gincana, que durara del 28 de mayo, apertura oficial, hasta el 23 de septiembre con el final de fiesta y cierre de la Gincana.
A las once fuimos a la misa en la iglesia del Ceu como en domingos anteriores, la diferencia es que como había llovido bastante por la noche y cayo un fuerte chaparrón sobre la diez, el camino era en algunos sitios un verdadero riachuelo, y en la iglesia que aun esta sin terminar había alguna gotera.
Sobre las 12:30, nos recogen Luciano y Vania, que nos prometieron hace días que este domingo lo teníamos que pasar con ellos. Fuimos hacia la playa, aunque el día nublado y con algún chaparrón no acompañaba para darse un baño, así que fuimos directamente al puerto pesquero de Mucuripe, que está en el extremo de la playa de Iracema una de las playas más famosas de Fortaleza. En el puerto hay unos comercios donde los pescadores ofrecen sus pescados, y también unas cocinas donde prepararlo in situ, y allí nos quedamos a degustar los camarones, que en España conocemos como langostinos, y un pescado autóctono parecido al mero que prepararon a la plancha. El sitio estaba totalmente lleno de familias, grupos de amigos y de algún que otro turista.
Después de la comida fuimos a casa de Gilberto e Isabel, y degustando un rico café y un fenomenal bizcocho, conversamos de las semejanzas y parecidos del movimiento de Encuentro Matrimonial en Brasil y en España.
Terminamos la tarde invitados a una reunión de Encuentro Matrimonial que tenían Luciano y Vania en una ciudad cercana, en Aquiraz, en la casa del sacerdote que les acompaña en el servicio. La casa estaba en un barrio muy humilde del que es párroco el sacerdote que nos acogió.
Como siempre en las reuniones de Encuentro Matrimonial, hay una rueda de presentaciones, y las cuatro parejas, el sacerdote y una señora viuda se presentan, y nosotros hicimos lo mismo. Había una pareja joven, Rodrigo y Giovana, que nos compartieron que tenían un cariño muy especial por frei Alberto, pues él los caso hacia ocho años.
Con la diferencia del idioma, pudimos constatar que cuando se trabaja la relación de pareja a nivel de sentimientos, es igual en cualquier parte del mundo. Participamos en y de sus compartires, y muy atentamente escucharon los nuestros. Dejamos al grupo compartiendo un pequeño pique, porque nos habíamos comprometido a regresar al Lar antes de las 21:30 para que la hermana Eudes no tuviera que esperarnos mucho, porque como ya sabéis el domingo hay que ir a la cama a las 21:00. Llegamos un poco más pronto, cosa que Eudes nos agradeció mucho, despedimos y agradecimos de todo corazón a Luciano y Vania su dedicación a nosotros durante todo este día Como habíamos comido muy bien y también picado un poco en la reunión, nos fuimos rápidamente a la cama.
Lunes 30 de mayo.
Amanece lloviendo, después de haber estado casi toda la noche lloviendo.
En este día, frei Alberto nos hace un regalo inesperado, nos lleva de excursión a una población cercana, Redención, la primera ciudad de Brasil en la que se abolió la esclavitud, en 1873, tres años antes de la abolición total en Brasil. Allí visitamos una hacienda museo, que se conserva como estaba a finales del siglo XIX, y en la que se podía ver y entender como vivían tanto los hacendados como los esclavos. Es una hacienda en la que se explotaba el cultivo de la caña de azúcar para producir el ron de caña. Actualmente siguen fabricando ron, que envejecen en barricas y venden a los visitantes, aunque el mejor de todos lo exportan a los mercados europeos y de Estados Unidos.

Regresamos un poco después de la hora de la comida, y compartimos mesa con nuestra amiga Luiza, que siempre está pendiente de nosotros, y que es la que poco a poco nos va mostrando las realidades de este proyecto en el que los que trabajan, lo hacen por vocación de amor y servicio, si no sería muy difícil de explicar porque siguen aquí.


















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