Martes 30 de mayo


El
canalón fue bastante mas fácil de colocar, porque el acceso era más sencillo, y
se podía llegar desde la terraza del baño social, así que a la hora del
almuerzo todo terminado.
Para
mí la tarde fue para acompañar a los electricistas que siguen realizando los
trabajos de mejora de las instalaciones de las bombas, y André partió con la
"combi" a buscar la donación de frutas que cada 15 días dona un almacén
de la zona, y que sirve para reponer la despensa de la cocina, que ya estaba en
las ultimas.

No
sé si os he dicho anteriormente que prácticamente todos los alimentos y
materiales de limpieza que se necesitan en el Lar provienen de donaciones, unas
fijas y periódicas, y otras espontaneas. Mi curiosidad hizo que preguntara para
cuanto tiempo hay comida en la despensa de la cocina, y me dijeron que con lo
que hay actualmente es suficiente para tres meses, lo que hace que tengan un
control muy riguroso de la rotación de los alimentos y materiales perecederos
para que nada pueda caducar.
Al
día siguiente se recibió un gran lote de botes de leche para niños y bebes, que
pasaran en su mayoría al seminario para ser repartido entre las gentes de la
parroquia del seminario, y en alguna de las entidades del CEU que se ocupan de
niños pequeños, porque en el Lar no es tan necesario.
Hoy
Rosi ya está otra vez supliendo a Eudes, la madre social de nuestra casa, y se
ocupa de la comida, las meriendas, la cena y de llevar a las niñas al cole. Por
la tarde también prepara a las jóvenes de nuestra casa que van a las clases
nocturnas, que regresan sobre las diez de la noche.
Por
la tarde frei Alberto recibe la visita de Manolo y Cristina, unos amigos cántabros
que viven en Fortaleza desde hace unos años, aunque pasan muchas temporadas también
en Santander.
Manolo
y Cristina que conocen perfectamente el Lar ya que colaboran activamente en los
eventos que se realizan en el "recanto", están muy interesados en
conocer como trabajamos en España para ayudar al Lar y a frei Alberto, y en una
conversación muy amena, degustando una tortilla de chorizo y otra de patata que
ha preparado Manolo y unas crocretas de las que había preparado Rosi y que
tenia congeladas, le contamos lo que hacemos en España y porque estamos ahora
en Fortaleza. Manolo y Cristina, nos prometen que cuando vuelvan a España harán
gestiones para ayudarnos, así como para hacerse socios y animar a sus amigos a
que se hagan también socios.
Miércoles 31 de mayo
Otro
nuevo día y se va acercando la partida para España, casi ha pasado un mes y
parece que fue ayer cuando llegamos al Lar, bueno no, porque ya conocemos y
queremos a todas las niñas.

Mañana
tranquila para los dos, a las once y cuarto hay que ir a la cocina a recoger la
comida y cena del día, así como si en la lista de la mañana se ha pedido algún
alimento o material para la casa.
Por
la tarde después de llevar a las niñas al cole, Luiza y Lucelio nos proponen
que les acompañemos con una de las niñas a visitar a su abuela, porque la niña
cada cierto tiempo necesita ver a su abuela y la abuela a ella.
Esta
visita fue para nosotros dos una de las experiencias más duras de toda nuestra
estancia en el Lar, porque la familia de la niña vive en uno de los barrios las
humildes y pobres de Fortaleza, que cuando llegamos nos dejo muy impresionados
por la miseria en la que viven estas pobres gentes. La abuela es el pilar y el sostén
de la familia de la niña, con ella viven la madre de la niña, el actual
compañero, dos hermanos de la niña y un tío. Ni que decir que ninguno tiene
trabajo, y malviven con lo que consigue la abuela. La madre de la niña estaba
en el hospital, pues entre otras muchas cosas, es asmática y había tenido una
crisis.
Nos
emociono el cariñoso abrazo que se dieron la abuela y la niña, así como que a
pesar de su gran pobreza, la abuela nos invitara a conocer su casa. La visita
nos encogió el corazón, nos dio dolor de estomago y solo pudimos apretar los
dientes.
Muy
a escondidas le dimos un pequeño donativo a la abuela, que le dijo a Luiza que
lo emplearía en comprar comida, pues no tenían NADA para comer desde el día
anterior.
Volvimos
al Lar con fuertes sentimientos de desconsuelo, amargura, de horror por la
experiencia que habíamos vivido, aunque también nos confortaba el haber
disfrutado de la alegría y amor que se trasmitieron la abuela y la niña en los
pocos minutos que estuvieron juntas.
Luiza
y Lucelio nos explicaron que estas condiciones de vida son bastante corrientes,
sobre todo en la favelas y estos barrios, que contrastan con los grandes y
modernos edificios donde habitan las gentes más acomodadas. Nos dijeron que
esta es otra dimensión.
La
noche fue un tanto particular, pues la tranquilidad habitual del Lar se rompió
cuando llegaron las niñas de las clases nocturnas, pues llegaron muy excitadas
y alarmadas porque un hombre las había asustado por el camino de vuelta, lo que
hizo que rápidamente se pusiera todo el mundo a ver si andaba por el Lar y a avisar
a los servicios de vigilancia del condominio y a la policía. Finalmente no se encontró
a nadie, pero las niñas y nosotros dormimos muy preocupados.
Jueves 1 de Junio
A
las siete de la mañana llego la hermana Eudes, la madre social de la casa, y
con la entrega de las llaves, medicinas y agendas de la casa, termino el último
periodo de suplencia que teníamos comprometido con frei Alberto.
Día
tranquilo, que Rosi empleo ayudada por Eudes y alguna niña, para preparar un
nuevo lote de crocretas, en esta ocasión salieron más de 400. Una vez
terminadas se repartieron para todas las casas, con la recomendación de que las
congelaran para utilizarlas en alguna comida o cena de sábado o domingo.
Para
André y para mí en la mañana no faltaron problemillas que arreglar, nos
ocupamos de fijar algunos paneles de las duchas de la ultima casa, que se habían
quedado un poco sueltos, y de sustituir un ventilador que se había quemado.
Por
las tarde André se ocupo de llevar a Luiza, una madre social y a un grupo de
niñas al dentista. Salieron a las dos de la tarde, y no regresaron hasta las
ocho de la noche.
Periódicamente
las niñas son atediadas en una clínica dentista que colabora con el Lar, frei
Alberto busca y encuentra por todas partes, y estos dentistas, de vez en cuando
cierran su clínica al público para dedicarse a la atención de las niñas.
La
noche llega pronto, y las niñas de las clases nocturnas, después del susto de
ayer, llegan rápidamente y todas juntas, la experiencia les hace ser mucho más
responsables. En cuanto a la persona que la noche anterior merodeaba por las
cercanías del Lar, está siendo buscada por la policía y la vigilancia del CEU,
pero la gran extensión del condominio y la cantidad de zonas boscosas y de
matorrales hacen difícil su localización. Estas situaciones no son frecuentes,
pero alguna vez se han producido, aunque nunca ha habido ningún problema serio.
Viernes 2 de junio




Hablando
de los árboles y flores del Lar, no podemos terminar nuestro relato del Lar sin
contaros que hay bastantes árboles frutales, limoneros, granados, mangos,
acerolos, y otros que son autóctonos de Brasil, y los caminos están bordeados
por setos de bonitas flores. Pero también hay fauna que a veces aprovecha la acción
del hombre, como los pájaros que en cuanto se descuidan se dan un buen banquete
de mangos. También hay un residente al que me costó bastante poder hacer un
video, un pequeño colibrí o "bella flor" como aquí se llama. Muchos días
lo veía, pero es tan esquivo y rápido que no había forma de poder hacerle una
foto, al final casi el día de partir conseguí algunas tomas en video, que os
adjunto con este ultimo relato. Bueno pues no todo son habitantes salvajes pacíficos,
el miércoles pasado, matamos una pequeña tarántula que andaba por la acera de
la casa santa Mónica, y que si no se las molesta no son peligrosas, pero como
se dice por España, "mejor prevenir que curar".

Sábado 3 de junio.

Y
por fin llegan las nueve de la mañana, hora en la que tenemos que partir para
el aeropuerto, recogida de maletas y última sorpresa, Lucia y Bianca, niñas de
nuestra casa nos entregan un sobre realizado por cada una de ellas con una
carta para que la abramos cuando ya estemos en el avión. Solo pudimos
resistirnos hasta llegar al aeropuerto, donde pedimos a frei Alberto que nos
leyera sus cartas, en las que nos expresaban su cariño y nos daban las gracias
por haber estado con ellas.
Frei
Alberto nos lleva hasta el aeropuerto y embarcamos sin problemas rumbo a
Salvador de Bahía donde teníamos que hacer una escala de 8 horas.
Al
llegar a Salvador de Bahía nos estaban esperando Antonio y Heloisien, una
pareja de Encuentro Matrimonial amigos de Vania y Luciano, que habían quedado
con ellos en que nos recibirían. En principio pensábamos que nos iban a compaña
a visitar la ciudad vieja de Salvador de Bahía, que está declarada patrimonio
de la humanidad, pero cuando hablaron con sus amigos de Fortaleza, ellos entendieron
que lo que queríamos era descansar, así que nos llevaron a su casa para que comiéramos
y descansáramos. Pasamos unas horas muy agradables
con ellos y su familia y
amigos que habían quedado también para comer churrasco y ver la final de la
copa de futbol entre el Madrid y la Juventus, así que la visita a Salvador de
Bahía se quedo pendiente.
A
última hora de la tarde nos llevaron al aeropuerto, pues a las 21:45 hora local
partíamos para España.
Embarcamos
sin problemas y por la fila prioritaria, ya que muy amablemente nos preguntaron
nuestra edad, y al estar entre los mayores de 65 años, pertenecemos al grupo de
los "idosos" (ancianos en Brasil), y este grupo, como los niños y sus
familiares, los que tienen dificultades de movilidad, embarazadas, etc., tiene
la ventaja de no tener que guardar turno como los demás colectivos.
El
viaje de vuelta fue muy cansado, sobre todo porque el avión iba completo, y
nuestros asientos en la fila central y en el centro no nos permitieron
prácticamente movernos en toda la noche.
Llegada
a Barajas puntualmente, y recogida rápida y sin problemas de las maletas.
Alegría de ver a nuestra hija Ana Rosa y a nuestros nietos Víctor y Leo
esperándonos y también a Maribel, la hermana de Rosi.
Y bueno queremos escribir como final unos puntos suspensivos, porque como nos decía Carmen desde Arnedo, esto engancha y crea adicción ...
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