UNA FRATERNIDAD SEGLAR AGUSTINO RECOLETA COMPROMETIDA CON LO SOCIAL

La Fraternidad Seglar Agustino Recoleta (FSAR) de Fortaleza no es muy numerosa; apenas um grupo de 20 mujeres son habituales a los compromisos y atienden las responsabilidades asumidas por el grupo.

El grupo se constituyó al poco tiempo de la llegada a Fortaleza de los Agustinos Recoletos, pero fue solo em estos últimos años cuando formó su identidad como Fraternidad Seglar Agustino Recoleta.

Igual que sucede em otras partes de mundo, este grupo recibe formación espiritual, rezan y celebran juntas, viven el espiritu de fraternidad Agustinos Recoleto, etc. Pero tal vez es su COMPROMISO SOCIAL lo que hace especial a esta FSAR de Fortaleza. Participan codo com codo com los religiosos en las tareas sociales que la Provincia ha asumido en Fortaleza:

- Hogar Santa Mónica - Centro integral de acogida para niñas/adolescentes víctimas de abuso/explotación sexual: aquí trabajan 3 miembros de la fraternidad: Cícera, Wilcar Marcia y Roberta, esta última acompañada de su esposo y de sus dos hijos. Las tres son educadoras sociales, con la función de “madres sociales”. Lo que significa que son aquellas que se dedican a tiempo completo al cuidado y atención básica de las niñas acogidas, igual que si fuera una madre en un hogar.

Algunas veces la FSAR viene también a ayudar con la limpieza de la casa o a participar de las fiestas más entrañables: Santa Mónica, Coronación de Ntra. Sra., Fiestas de san Juan, etc. También las niñas del Hogar Santa Mónica participan de las fiestas organizadas por la FSAR em la Barra do Ceara: Santa Rita, San Agustín, Dia de la Orden, etc. estrechando así los lazos de cariño y fraternidad entre el Hogar Santa Mónica y la FSAR.

- Crecer con salud: en la Barra do Ceará, barrio donde los Recoletos son los responsables pastorales, todos los días se prepara y distribuye el “sopao”, uma sopa enriquecida com todo tipo de verduras, legumbres, carne, fideos, etc. Esta es la única comida que tienen cada día más de 50 niños con sus madres. Muchos incluso llevan unas cazuelillas para poder tener algo que comer por la noche.

También esta iniciativa, que busca paliar los efectos del hambre y la desnutrición infantil, es animada por la FSAR: Luzanira prepara la sopa (3 cazuelones de 20l) em su casa y después la distribuye junto con fray Pedro, Conceiçao, Lucia, Luiza, Toinha, Nizia, e Erlandia. De vuelta a casa, Luzanira lava las ollas y deja todo listo para el día siguiente. El material para elabarar el “sopao” se consigue a través de donaciones que ellas mismas persiguen.

- Complemento alimenticio: desde hace tiempo la FSAG se comprometió a entregar regularmente unos paquetillos con tres elementos básicos para la alimentación de los niños (leche, azucar y maicena). Todas las semanas la responsable de la Fraternidad deposita estos paquetillos en la puerta del cuarto de Fray Alberto para que él los distribuya entre los niños más necesitados.

- Visitas sociales: durante más de un año la FSAR, acompañada por los seminaristas agustinos recoletos, visitó las casas de la favela de la Barra do Ceará. Fueron más de mil personas visitadas y cadastradas en las fichas de registro. Una tarea de acompañamiento y prevención que sirvió para hacerse presente entre los más desfavorecidos.

- “Su recibo vale dinero”: fue doña Deusa quien nos alertó de la posibilidad de participar en esta campaña de la Secretaría de Hacienda. Por cada recibo fiscal presentado se recibe el 0,5% de su valor. Inmediatamente se abrió una cuenta a nombre de la presidente de la FSAR y se comenzó a recibir y contabilizar recibos fiscales. En esto fue de gran ayuda nuestra amiga Pepita. El dinero conseguido no es mucho, pero siempre es bienvenido.

- Familias de acogida: el periódo de vacaciones de las niñas acogidas en el Hogar Santa Mónica está siendo un tiempo maravilloso para que las pequeñas puedan experimentar la vida de familia en las casas de la Fraternidad. Algunas casas ya son habituales en este tipo de acogida: Ester, Lucia, Luiza, Deusa, Roberta… han sido madres de acogida por una o dos semanas para estas niñas que tanto necesitan conocer familias cristianas y matrimonios que se aman de verdad.

Seguramente nos dejamos en el tintero alguna actividad y también de citar alguna personas. A través de estas líneas queremos dejar constancia del entusiasmo y compromiso de esta Fraternidad de Fortaleza y animar a todas a que continúen ayudando y alentando este proyecto en favor de una vida mejor para las niñas y adolescentes, y ¡que el ejemplo cunda y se propague entre otras FSAR de toda la Provincia!