domingo, 26 de agosto de 2012

VOLUNTARIOS ARNEDANOS - 7º

Bueno.....y ya casi con las maletas hechas en este maravilloso lugar no dejan de suceder cosas, ayer domingo fue una vez más un intenso día, por la mañana nos invitaron a desayunar a la casa de Tía Marlene, la madre de nuestra Graze,  la mesa estaba repleta, con unos alimentos típicos brasileños,  tapioca bolo, y un montón de cosas más,
Estaba toda la familia, era su día de fiesta y allí estaban todos, brindando su casa y compartiendo ese cariño que derrochaban con nosotros esforzándose al máximo al hablar para que les pudiéramos entender, así     que pasó el tiempo súper rápido,
 Por la tarde acudimos desde el seminario a algo muy particular de fortaleza y es que al ser fiesta de la Virgen, hacen una gran caminada hasta la catedral para coronar a la Virgen, se llama a si porque hay que recorrer  quince kilómetros andando, fue muy pintoresco porque yo creo que nunca había visto tanta gente en la calle, nos decían que es el único día que se puede andar aun siendo de noche, porque la seguridad se ve por las calles con mucha policía. Son casi cuatro horas de caminar y fue muy llamativo cuando continuamente nos iban dando publicidad en principio de la Virgen pero al abrir el panfleto aparecía toda una “estupenda” propaganda electoral, además de encontrarnos con un montón de coches con tremendas pancartas de publicidad para las próximas elecciones en el mes de octubre, me pareció verdaderamente penoso que se aprovechara tanta masificación de gente para hacer campaña política, y paradójico que en primera línea de playa se vean un montón de favelas, una de ellas de una familia de nuestras niñas y ellos haciendo “campaña”
El día de hoy, ya ha empezado con mucha añoranza pensando en nuestra vuelta, las niñas preguntando y con esas caritas diciéndonos que no nos fuéramos......han tenido sus clases de refuerzo y después en la clases de español hemos aprovechado para aprender canciones españolas que esta tarde íbamos a cantar en la fiesta española que teníamos de despedida. Hoy también las hemos acompañado al colegio por última vez, como cada día cantando y riñendo porque todas quieren darnos la mano.

 Ya  a la tarde al llegar del colegio ha ido todo muy rápido....cambiarse y prepararse con esos trajes tan bonitos que trajimos de Arnedo  y que ha hecho que pasáramos nuestra última tarde disfrutando en cada momento y como era fiesta española no podía falta el chocolate y la tortilla de patatas.....!Qué bueno estaba todo!....hemos bailado hasta el “Paquito el chocolatero”, riéndonos un montón, pero al final hemos acabado bailando una música reggae que ellas ponen todos los días y que ellas bailan que yo al mirarlas “me muero de envidia”.....”Vaya que el ritmo nació con ellas”, menos mal que  a Daniele no le va costar a aprender a leer y escribir como a mí el baile porque la pobre  ha puesto todo su empeño en enseñarme a bailar y nada de nada.
 Parece que fue ayer cuando estamos deshaciendo las maletas y ya nos vamos, tristes pero contentas, dejamos a muchos amigos y a unas niñas que no conocíamos pero ya queríamos, y  contentas porque estábamos contentísimas de apoyar este proyecto pero ahora aún mucho más, gracias al Lar Santa Mónica, ha habido, hay y habrá  niñas que con esta terrible lacra a sus espaldas  podrán ver que hay otra forma de vivir humilde, digna pero sobre todo digna, !ojala habría muchos más lares Santa Mónica”, si mejor que no hubiera pero desgraciadamente esta ciudad de Fortaleza los necesita porque hay muchas niñas a las que rescatar. Una vez más me doy cuenta del privilegio y la suerte que tengo al haber compartido con todos ellos, y sé que si Dios me ha puesto en mi Arnedo es porque desde allí quiere que ayude, aquí lo que hemos dado no equilibra la balanza de lo que recibes, aquí el corazón se hace más y más grande con tantos y tantos pequeños momentos vividos, inocentes y llenos de ternura, aquí ellas tienen  lo que nunca debieron perder   tener su niñez.







miércoles, 22 de agosto de 2012

VOLUNTARIOS ARNEDANOS - 6º


Y continuamos… y, a pesar de tanta fiesta, el domingo nos dieron “folga” que dicen ellos para irnos a la playa. Y así lo hicimos. Nuestra “tía Grazi”, con su estupendo coche rojo,  nos recogía a las ocho de la mañana para ir a la preciosa playa de Cumbuco. Llegamos y pasamos una mañana estupenda disfrutando del sol y de la linda playa; comimos allí mismo y mientras nosotras hablábamos y hablábamos, Paula y Basi lo pasaron en grande disfrutando de unas enormes olas, bañándose. Resultaba muy pintoresco el que vinieran a ofrecernos queso a la brasa, con un rudimentario asador… lo hacían allí mismo; igualmente gambas o los estupendos cajus que aquí son muy típicos y buenos.
La playa no estaba muy concurrida, como pasa en nuestras costas españolas, a pesar de su belleza y es que también hasta aquí llega la inseguridad  de Fortaleza. Bien, después de comer regresamos al Lar, hacia las cinco de la tarde. Pudimos comprobar que Sabrina, la niña que había llegado el sábado, estaba encantada y quería quedarse en el Lar. Me faltan palabras para poder expresar la enorme satisfacción que sientes y sentimos todos al verla así y que una vez más piensas “una menos en la calle”.
El lunes comenzó con las clases habituales y como ya tía Grazi se incorporó a las clases, nosotras le ayudamos y compartimos con ellas mientras Paula y Basi daban conjuntamente a las otras niñas.
De nuevo volví a sentir mucha impotencia. Hay muchas niñas que llegar al Lar sin haber cogido un lapicero en su vida, y no saben leer ni escribir y cuando se las inscribe en el colegio no las ponen a su nivel sino con su edad. ¡Por Dios! que alguien me explique qué puede hacer una niña de catorce años en un aula con niñas de su edad explicando y estudiando geografía e historia o haciendo multiplicaciones, sin saber leer: NO SE ENTERA DE NADA.  No es que no quiera estudiar, es que no puede y es el caso de nuestra Daniele. Y aunque en el Lar hacen clases de apoyo, bueno mejor dicho, de súper apoyo, no llegan en tan poco tiempo al nivel necesario. Todo esto lo sabíamos pero al llegar Grazi y compartir con ella lo pude palpar en directo.
La tarde estaba programada con una visita a la familia de una niña y allí fuimos. Era otra zona más de favelas, en otro sitio, pero igual a todas. Ya desde que entras “huele mal” y sabes que has llegado al destino. Esta vez en una zona por donde pasaba el tren. Me comentaba Luiza que han muerto muchos niños en las vías porque no hay ningún tipo de seguridad y los niños al estar tanto en la calle juegan en ellas. Bien llegamos y no estaban, pero en estos lugares siempre hay algo por hacer y al llegar, rápidamente salió una mujer, pidiendo que por favor nos lleváramos a su hija. Esta es su historia resumida: tenía tres hijos, un chico de catorce y dos gemelos, una chica y un chico, de once, pues el mayor que ya había tenido problemas con la justicia y no iba al colegio estaba “aprovechándose” de su hermana. Empezaron a salir los vecinos y a corroborar la historia, pero muy curiosamente decían que se lo llevaran a “el”, y la verdad que tenían razón. La niña, que era la víctima, tenía que salir de allí. Nuestra Luiza por un lado hablando con la niña y por otro Lucelio telefónicamente, corroboró la sospecha de que era cierto. No la trajimos inmediatamente al Lar porque hay que seguir unos pasos pero sí que la llevamos a la casa de unas monjas que trabajan con toda esa zona de favelas. Allí las hermanas la cuidarían dándole de comer y dejándola descansar hasta que la pudiésemos recoger a la mañana siguiente.
Nos vinimos para el Lar tristes, porque yo creo que jamás nadie por muchos caso que vea puede acostumbrarse a esto, pero alegres porque a la mañana siguiente la niña estaría con todos nosotros.
Y así ha sido, nos hemos levantado temprano como cada día, a las siete las niñas estaban ya en sus clases de apoyo y a eso de las die y media, en la estupenda kombi hemos ido a recoger a la chiquilla. Nos han dicho las hermanas que había comido mucho y que había estado todo el tiempo descansando. Su carita al vernos se ha iluminado y rápidamente al vernos se ha ido a coger la pequeña bolsa que su madre le dio ayer con sus pertenencias y la hemos traído.
Me sigue sorprendiendo cómo la reciben las demás niñas, no preguntan, solo la abrazan y la rodean… saben que por algo nada bueno está allí, al igual que cada una de ellas.
La tarde ha ido tranquila, bueno a lo largo del último fin de semana, hemos estado “repasando” las cabecitas de alguna de las niñas que veíamos que se rascaban “más de la cuenta’, y con todos esos champús antiparásitos y lociones que trajimos de España (donados gracias  a Dios,  porque aquí tienen un precio carísimo -al igual que todo,  que solo es para los ricos-), les hemos dado un repasillo. Después ha sido maravilloso como en su clase de apoyo Daniele ha leído sus dos primeras palabras. Cuando la hemos felicitado y comentado a Roberta,  su madre social, la niña se ha echado a llorar y es que para ella seguro que ha supuesto mucho más que para muchos el aprobar el curso entero. Ella ha empezado a cerrar la puerta a la ignorancia y ha hecho que su autoestima creciera. Tiene tantas ganas de aprender que mañana a pesar de ser fiesta, a las siete y media de la mañana volverá a tener clase para seguir aprendiendo a leer. Una vez más “gracias Lar Santa Mónica”

martes, 14 de agosto de 2012

VOLUNTARIOS ARNEDANOS - 5º


Seguimos disfrutando y viviendo al máximo cada día. Estos últimos días han sido tranquilos, sin apenas salir del Lar, pero es que en este lugar hay tanta vida con estas pequeñas que hace que cada momento sea diferente y simpático.
El miércoles por la mañana todo aconteció con su rutina: clases de español e inglés por Basi y Paula y nosotras a los cupones fiscales que siempre hay para sellar. Y ya por la tarde Roberta, la madre social de las adolescentes nos invitó a acompañarla al centro que tenía que hacer unas compras y allí fuimos.
Me sorprendió mucho la cantidad de gente que había en la calle. Por fin se veía movimiento y vida, ya habíamos pasado por dos veces al ir al seminario de noche y, como ya comentamos, las calles a esas horas estaban desiertas. Bueno, fue una tarde divertidísima porque además de la peculiaridad de las tiendas tuvimos que ir en autobús y la ida fue normal como cualquier autobús de España, pero la vuelta... la gente iba de pie, porque el autobús iba super lleno y tuvo mucha gracia cuando hacia sus paradas y seguía y seguía subiendo gente. Bueno como decimos en España “íbamos como sardinas en lata”. Pero la cosa se complicaba cuando había alguien que quería bajarse y tenía que atravesar todo el autobús...  fue una experiencia divertidísima.
Por la noche, antes de la cena, tuvimos visita que a menudo aparece por el Lar y a través de bailes y canciones hacen casi una mini-catequesis. Las niñas disfrutan y lo pasan super bien; bailamos, cantamos y las peques se reían de cómo las torpes de las “tías” parecían “patos mareaos” bailando.
El viernes empezó el día con un sobresalto: nos habían robado la bomba que proporciona oxigeno a los peces. El disgusto fue tremendo porque es tanto el esfuerzo por sacar a esos peces... Así que hubo que comprar otra. Claro, ahora sube y baja a casa todos los días... por lo demás otra vez nosotras con nuestras labores de clases y cupones pero sin embargo otra cosa super sorprendente: tenían que llevar a una de las niñas al oculista y la hora era a las cinco y media de la mañana. La verdad que cada vez vemos la dedicación plena, que todos los que trabajan en el Lar tienen con las niñas.
Por la tarde fue otra “odisea”: había sido imposible contactar telefónicamente con la madre de la última niña que había entrado, así que nos fuimos a su colegio a pedir datos sobre ella. Pues bien, después de estar más de dos horas intentándolo, nos tuvimos que volver al Lar sin conseguir nuestro objetivo. No era lo habitual que esto ocurriera, de hecho nos contaban Luiza y Lucelio que solo había ocurrido en otra ocasión, pero que dar vueltas y vueltas hasta encontrar sus destinos era de lo más normal. La verdad que es de super admirar la paciencia que tienen, porque además es la hora del día que más calor hace, dando vueltas y vueltas el coche con un magnífico aire acondicionado “la bajada de las ventanillas”.
Cuando volvimos,  como todavía era pronto, había una casa que yo quería visitar desde el primer día aquí en el CEU: la casa del Sol naciente, y es que da abrigo a niños, hijos de personas con Sida. Todos son portadores, bebés preciosos y sanos que gracias a Dios tiene un lugar donde se les  cría con inmenso amor y cariño. Su edad es de cero años hasta ocho años. Ahí estaba el pequeño Lucas de cuatro meses de brazo en brazo, otros gateando por el suelo y otros/as solo manteniéndose en pie. Fue toda una alegría poder tenerlos en nuestros brazos. A Paula nada más entrar se encariñó un niño con ella: Joao; y cuando ya nos íbamos no había manera de separarlo de ella. Así que el pobre se quedó llorando. !Ay, si lo pudésemos meter en la maleta!
Cuando volvimos al Hogar santa Mónica, tuvimos celebración. Cualquier excusa es buena para poder darle a las niñas un rato divertido pero entrañable, porque celebrábamos el día de los padres. Así que con un pequeño pastel y zumo, cantamos, agradecimos a los padres. Fue muy enternecedor cuando al recordarles la figura de la familia muchas niñas se pusieran a llorar. Resulta paradójico que precisamente por esa desestructura de la familia,  ellas estén aquí y sin embargo buena o mala su madre será su madre al igual que su padre.
La noche acabo como cada viernes: cine y palomitas, con una peli preciosa: la Bella y la Bestia. ¡Qué gran lección, la belleza no está por fuera sino en nuestro interior! Esta vez no fue como la semana pasada solo se quedo dormida una.
Hoy sábado, genial, como ocurre en la mayoría de lugares que hay niños y no tienen que madrugar.....!pues ala, a las cinco de la mañana arriba! Aquí la vida empieza muy pronto pero tanto, creo que como sabían que hoy había una pequeña fiesta en el CEU con payasos, juegos, canciones, almuerzos… ellas querían aprovecharlo al máximo y a eso de las ocho y media estamos de camino.
Ha sido precioso ver cómo al ser para todos los niños del CEU, hermanos y hermanas se unen como el caso de Joana que ha visto a su hermano Joao, o el caso de Sara Cristina que también tiene dos hermanos en el Centro del Menor. Disfrutan juntos, comparten juntos y se ríen juntos pero al despedirse es un adiós sin tristeza porque saben que pronto se volverán a ver y eso es otra cosa que me sorprende, con qué naturalidad asumen la situación.
Estando allí, el Frei Alberto ha venido con niña nueva, Sabrina, para que tal como quedamos con ella en la visita a su casa conociera el Lar y decidiera si quería quedarse. Esta tarde después de la comida ya nos ha dicho que hay que traer las cosas de su casa que quiere quedarse, y es que no me cansaré de repetir: este lugar es “mágico”.
Cuando hemos regresado nos hemos encontrado a los seminaristas que al ser sábado vienen a ayudar al Lar donde siempre hay mucho trabajo y del duro en el campo, tirando de azada porque aquí crecen las hierbas. Son entrañables y las niñas los quieren un montón.
Y más sorpresas, al irnos a comer ha aparecido casi sin dormir la “tía Graci” que venía de pasar sus vacaciones en España, casi directa del avión. Las niñas la han recibido con gritos y besos. !Dios mío cómo la quieren!
Y después de comer otra fiesta y es que una vez al mes, se celebran los cumpleaños de todas las niñas y personas del Lar, ya que económicamente no da para más. Pero aún es más, esta gente maravillosa han logrado que alguien la patrocine y es que aquí el aniversario que así le llaman tiene mucha importancia. Beatriz, la más veterana en el Lar cumplía 15 años y una colaboradora del Lar ha querido hacerle una bonita fiesta de 15 años. Así que primero con una Misa que parece no acabar nunca de lo que piden, agradecen sin ningún tipo de vergüenza. Es maravilloso oírlas una detrás de otra pisándose por hablar… vestidas con un lindo vestido blanco para distinguirlas y hacer que de verdad sea un día especial para ellas. Hemos acabado con una merienda estupenda, para después terminar disfrutando bailando. !Me da mucha envidia verlas bailar, llevan el ritmo en las venas! Le vamos a pedir al Frei, que nos deje cambiar las clases de español por las de baile brasileño que nos van a enseñar... con lo patos que somos... no sé si aprobaremos.
Continuará.

jueves, 9 de agosto de 2012

VOLUNTARIOS ARNEDANOS EN FORTALEZA - 4º


Han pasado otros dos dias y los sentimentos continúan aflorando. Ayer fue un día complicado y quizá uno de los días más tristes de nuestra vida: la familia de una de las niñas que tenemos en el Lar había perdido definitivamente la custodia y teníamos que llevar a la niña para despedirse y así cortar definitivamente el vínculo familiar que hasta ahora existia. Antes de ir a la casa pasamos por el juzgado a “solucionar” un montón de papeles. Me hizo mucha gracia como íbamos pasando de despacho en despacho. Luiza íbanos diciendo: “ahora aqui”, y entrábamos en un despacho; “ahora allí”, y entrábamos en otro despacho, y en otro, y en otro... !Dios mio, cuánta burocracia!
Por fin ya al final de la mañana pudimos salir, aunque Luiza y Lucelio nos decían que era un dia así y outro tambien, per Bueno nos pusimos em marcha hasta la casa de la menina.
Al llegar en la casa de la niña pudimos comprobar porqué le habían quitado la custodia a la madre: era un lugar sucio y mugriento; un habitáculo lleno de trastos, donde estaba una familia durmiendo en un colchón sucio, allí mismo estaban guisando, había un bebé de menos de dos meses...  y su padre tumbarreado en la cama viendo la televisión. En el pasillo había otra cama. Pasamos a otro habitáculo con las mismas características, aunque este estaba semi-cerrado con unas tablas, tal vez para tener un poco de intimidad. Llegamos a un pequeño patio donde estaban guisando con cuatro tablas en el suelo. Al lado un “baño” inmundo lleno de moscas...
Pero lo más impactante fue que, a pesar de este panorama tan desolador, la niña no paraba de llorar al despedirse de cada uno de sus familiares y también de camino de vueta al Lar Santa Mónica. Se nos caía el alma al verla! Pero ella y nosotros sabemos que ese no es un lugar para ella, y es que esa es una de las grandezas de este proyecto, que sacan de eses “infiernos “ a las niñas y su gran preocupación es poderlas devolver algún día a la sociedad,pero esta vez com dignidad y bienestar.
Por nos desplazamos hasta el seminário San Agustín. Allí cenamos y dormimos. Por la mañana desayunamos acompañados de los simpáticos seminaristas y nos hemos ido a visitar “el morro” que se encuentra dentro de la parroquia que atienden los Agustinos Recoletos.
Antes de subir “al morro” es visita obligada visitar a Liduina, la líder comunitária que nos avisa de cómo está la situación y si es posible o no subir a visitar a las personas que viven en las barracas de lo alto. Es algo así como “el termômetro” de la violência. Ella nos ha dicho que la semana andaba muy revuelta y que por las noches había muchas peleas con las bandas. Así que hemos decidido prudentemente no subir y visitar las familias de la parte más baja. Mientras andábamos por las estrechas callejuelas unos tremendos ojos nos observaban por todos lados. Hemos entrando en algunas favelas para visitar a las familias. Me ha sorprendido que todas las puertas estuvieran cerradas, con un silencio sepulcral dentro de las casas... había muchos chiquillos por la calle; muchos ni van al colégio, se pasan el día jugando, descalzos y casi sin ropa...
Hemos entrado a una casa y después a otra, y otra, y otra más... todas muy cutres y sucias, pero eso sí, con su buen televisor y un gran aparato de musica.
Ver tanta miseria te desgarra el alma.  !Cuántos animales viven mejor! Todavía nos da más rabia e impotencia cuando ves que es un gran problema culturas y político que no se puede resolver.
Lo mejor del día ha sido el “sopón”, que se da varias veces por semana y hoy tocaba. La gente, casi todos niños, bajan con su plato a comer la única comida que van a tener en todo el día.
Continuará...

miércoles, 8 de agosto de 2012

VOLUNTARIOS ARNEDANOS EN FORTALEZA - 3º


Parece que fue ayer cuando llegamos y ha pasado ya una semana… el tiempo aquí va súper deprisa… y lo mejor es que no tenemos tiempo para aburrirnos.

El viernes por la mañana estuvimos con la niñas en la Asociación Intervalo, una de las instituciones que componen el CEU, que forma a los niños y jóvenes a través de actividades lúdicas y circenses. Allí vimos un pequeño museo y después estuvimos pintando y jugando. ¡Pero, Dios mío con qué poquito se conforman!: subidas a unas cuerdas para balancearse, gritando para que las ayudáramos a subirse porque con su estatura no llegaban, o en una hamaca con la tía Marisol aplastándola y riendo a carcajada limpia… qué alegría escuchar esas risas… pero si es que las miras y son tan niñas…
Y por la tarde, después de venir del colegio, se pasaron todo el tiempo cantando las canciones en español que les hemos enseñado. 
También hubo sesión de cine… ¡qué gozada! El Frei monta el cine en casa, con un proyector y la pared por pantalla. Todas se colocan debajo, pero lo más cerca posible para ver la peli… y con un montón de palomitas que nos habían hecho las madres sociales y que las niñas no paraban de comer. Es  super enternecedor ver que todas quieren ponerse con nosotras, sentarse en nuestras rodillas… en realidad las que tenemos el  privilegio de disfrutar de ellas somos nosotras. Al final muchas se quedaron dormidas y cuando acabó la peli  casi no había manera de llevarlas a la cama.

El sábado fue también un gran día. Una vez al mes las niñas van al seminario San Agustín para disfrutar de un día de diversión en la piscina. ¡cómo la disfrutan!... en cuanto llegan se empiezan a tirar… y la mayoría casi no sabe nadar pero es tan grande la ilusión que el miedo desaparec. Eso sí, continuamente llamándote para que las lleves por la piscina. Parecíamos un árbol de navidad porque mínimo se te suben tres, una de cada brazo y otra en la espalda. Cada día más me doy cuenta de lo poco que necesitamos para ser felices. Fue un día fantástico; acabamos “muertas” y sin embargo a ellas parece que por detrás les estaban recargando las pilas porque no paraban de jugar en la piscina.
El día fue también muy entrañable porque tuvimos la suerte de despedir a Fray Santiago que se marchaba a su nuevo destino –Manaos- después de pasar seis años en Fortaleza. Es increíble que en las palabras de despedida él estuviera con una sonrisa de oreja a oreja y aceptando decisión con la máxima obediencia. Cuánto nos costaría a nosotros dejar todo: casa, amigos, trabajo… para empezar en un lugar que no conoces de nada. Y él, feliz.
Y ayer domingo fue un día muy especial. Ya desde por la mañana, al igual que el sábado, se nota la diferencia: primero en la hora de levantarnos y después lo bonitas que se ponen para ir a la Misa. Desde el mejor vestido -”heredado claro”- hasta peinarse y repeinarse con un montón de horquillas y gomas. Pero lo mejor es cómo disfrutan de ello. Me las llevaría a todas a Arnedo para aprender de su espontaneidad: como piden espontáneamente lo que sale de su corazón sin ninguna vergüenza y cantan con esos ritmos y gestos. El frei casi las tiene que cortar porque si no llegaría la comida y todavía seguiríamos allí.
Al regresar, en la comida muchas estaban un poco nerviosas, la tarde iba ser muy emotiva pues era el día de las visitas de las familias y ahí se sobrecoge el alma cuando llega la hora y ves que no llegan. De las 21 niñas solo aparecieron seis familias y de algunas de ellas mejor no hablar…….
Igual que a ellas, también a nosotras se nos nublaron los ojos… Ahora me doy cuenta de lo importante que es un abrazo y cuánto puede curar, y ese es el remedio que más nos están enseñando.
Continuará...

viernes, 3 de agosto de 2012

VOLUNTARIOS ARNEDANOS EN FORTALEZA - 2º, la dura realidad


Hoy el día prometía! Cada noche nos reunimos para evaluar el día y planificar el día siguiente. Ya nos hemos dado cuenta que aqui lós dias van a ser muy intensos. Hoy hemos comenzado a entender lo que significa el trabajo del Lar Santa Mónica, y sus programas de desarrollo y protección con estas niñas y adolescentes.

A primera hora de la mañana hemos salido del CEU para adentrarnos en las bulliciosas calles de los barrios de la periferia de la ciudad de Fortaleza. Desde la distancia se observaban los lujosos rascacielos de la turística Fortaleza. Sin embargo, nosotros pasamos por calles estrechas, casitas bajitas a los dos lados, con mucha gente en  la calle que no paraban de mirarnos . Sobre todo  había muchos niños, descalzos, con unos ojos muy grandes que nos observaban. Después de un poço llegamos a nuestro destino. Ahí ha sido cuando nuestro corazón se ha empezado a sobrecoger. Hemos conocido a una adolescente de 15 añitos –de la misma edad de Paula-, com uma mirada triste y perdida, mirando hacia el suelo y hablando con una tímida voz. Estaba en casa de su tía porque había tenido el coraje y la valentia de marcharse de su casa, ya que su padrastro y amigos la utilizaban para sus “juegos sexuales”. Además,  nos desgarra saber que su madre no le creía, y que fue capaz de marcharse de casa y deambular por las calles hasta que su tía se enteró y la buscó para traerla a su casa.

Es increíble que sin entender el idioma hayamos podido percibir y  sentir la rabia e impotencia en la lagrimas de su tía cuando nos  contaba la historia. La tia nos conto que la chiquilla se lava cada 15 minutos porque “se siente sucia”. Además hay otros hermanos y una hermana de 13 años que aún quedan en casa y también quiere para ellos.

Há sido tremendo, cuando a la niña se le ha hablado del Lar Santa Mónica y se le ha invitado a venir a vivir aquí, la respuesta ha sido rápida y firme: !Sí, quiero!

Y así há sido;há cogido sus pocas pertenencias en dos bolsas, y tan bonita –con ropa y zapatos nuevos que su tía le ha comprado- se ha metido en la “kombi” com nosotros.

A lo largo del camino le íbamos preguntando cómo estaba y ella contestaba que bien, y al decirle que parecia triste nos ha dicho que era porque le preocupaba cómo se habían quedado sus hermanos en casa.

Aquí aparece uma vez más “la magia” del lar santa Mónica, pues existe una preocupación por las niñas y también por sus familias, bien para ayudar a salir de la situación de vicio o miséria, bien con el cuidado de los otros miembros de la casa, sobre todo si son niños/as. Por eso, al decirle que la próxima semana iríamos a visitar su casa para ver cómo estaban sus hermanos, se ha tranquilizado.

Ha sido maravillloso el entrar en el Lar santa Mónica con ella. Le íbamos  explicando: aqui, la casa del sol Naciente; aquí las Doroteas... y de repente ella nos corta y dice: pero, ?en el Lar hay muñecas? !Qué pena, con quince años y se ha perdido toda su niñez!

En el Lar todavía no estaban las niñas porque se encontraban todavía en el cole, pero ha sido todo um privelgio ver como todas las personas que trabajan aquí le daban la bienvenida. Apenas han llegado las niñas, ha sido impresionante observar con el gran cariño con el que la han acogido.

El corazon se te queda sobrecogido ante esta situación que crees que es cosa de película, y lós ojos se te emborronan... Paula ha comentado: “tranquilas, esta niña ya está a salvo en el lar santa Mónica”.

El día ha dado mucho más de si, pero por hoy creo que ya os he contado suficiente.

jueves, 2 de agosto de 2012

VOLUNTARIOS ARNEDANOS EN FORTALEZA: Dia 1º, la llegada


Llegada al aeropuerto
!Ya estamos en el Lar Santa Monica!, llegamos el martes de madrugada a la una de la mañana, con un recibimiento que no esperabamos: Fray Alberto, Luiza, Roberta, Lucelio y un monton de niñas las mayores .........!qué maravillosa sorpresa! parecía que estaban llegando auténticas estrellas de cine,  gritos, sonrisas y abrazos. Solo conocían  a Marisol, pero sus caras se iluminaron igual para todas nosotras. A partir de ese momento supimos que el tiempo ahora se paraba para entrar en otra dimensión... y así fue; llegamos al Lar santa Mónica y a pesar de llevar casi un día de viaje era casi imposible irse a dormir... tocaba conocer las casas, el entorno donde estaban ubicadas y descargar un monton de maletas... La mejor de las maletas la estamos todavia vaciando, poco a poco... la trajimos llena de entusiasmo, alegria y amor para estar con la niñas.
            A penas llevamos dos dias y parece que conocemos a las niñas de toda la vida, y es que son tan cariñosas que a todas horas te estan abrazando y derrochando su cariño.
Llegada al aeropuerto
Las miras y se te remueven las entrañas pensando la dolorosa experiencia de sus cortas vidas, porque son tan pequeñas...
!Dios mío! Tienen siete, ocho, once años...  como han podido hacerles esas aberraciones... y sin embargo siempre tienen una sonrisa, un “tia” y un fuerte abrazo.
El tractor
La vida aquí es muy diferente; se madruga más porque amanece muy prontito. Todo gira en el cuidado, pero sobre todo en el gran amor que se les da a las niñas, porque gracias a Dios el Lar Santa Monica está bendecido con unas personas maravillosas que viven este proyecto como una autentica vocación de vida.
Basi trabajando
           
     Esta primera mañana ha sido divertidísima. Después de sus clases de inglés con Basi y de español con Paula hemos tenido sesión de fotos por todo el Lar. Desde aqui nuestro gran agradecimiento a la empresa arnedana “Calzados Cienta”, que colabora economicamente con nuestro proyecto del Lar y que nos dio para ellas un monton de zapatillas para calzarlas. Hicimos un montón de fotos en la casa, en los porches en el parquiño... pero donde más nos hemos divertido ha sido con la persecución de Lirio -el carnero- que ha perseguido a la tía Marisol. Ella le decia: “ojito, que soy la tía la vara!”
            También esta tarde las niñas han comenzado las clases en el cole después de las vacaciones de Julio. Ha sido impresionante ver la ilusión con la que van al colégio: se  preparan, se repeinan y qué guapas que se ponen y cargan sus pequeñas mochilas. La mayoría nunca había ido al colegio hasta que llegaron al lar santa Mónica, así que no sabían ni coger un lapicero. Por eso, la vuelta al cole es muy especial para todas pero especialmete para las que van por primera vez.
            Además de todo esto, trabajos no faltan: hay sacamos un ratito para sellar cupones, alimentar a los peces... y Basi con lucelio –educador- y Carlito -fraile- fueron a recoger unas donaciones de alimentos. Continuará.......